viernes, 13 de mayo de 2011

En el mismo lodo todos manoseados

  Hace unos pocos días fuimos honrados con la visita del noble caballero Gonzalo Marroquín, presidente de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) cuya imagen fue vista en todos los canales de televisión. Por supuesto que cada uno le dió la mirada que corresponde a su línea de pensamiento y o intereses en juego.
  Ya es sabido que la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), no está compuesta por trabajadores de prensa libre, ni por obreros gráficos, ni mucho menos por periodistas que debieron exiliarse porque la censura en sus países no le permitió ejercer su profesión libremente. Está compuesta ni más ni menos, que por los accionistas de los medios de prensa interamericanos. Sin ir más lejos el distinguido Gonzalo Marroquín presidente de SIP, es el jefe editor del diario de Guatemala Prensa Libre y uno de sus principales accionistas.
  El caso es que este Señor guatemalteco, tuvo la deferencia de atender a trabajadores de prensa de “ambos polos” es decir; tanto a los que dicen que en la Argentina se puede trabajar libremente, como los que dicen que no.
   Fieles a sus dichos, quienes se jactan de la libertad que reina en los medios argentinos, filmaron el encuentro con Don Gonzalo. Es insoslayable comentar como terminó la reunión entre este grupo de periodistas y Mallorquín. Ante una pregunta que el señor consideró incomoda, (la pregunta remitía al esclarecimiento de la verdadera identidad de los hijos presuntamente secuestrados y apropiados por la Sra. Herrera de Noble, mayor accionista del multimedios más grande del país), simplemente se levanto, ensayó una burda excusa y se fue. Aparentemente tenía hambre el hombre, pues dijo que iba a un desayuno de trabajo. ¿Para que se comprometió a atender a estos periodistas, si ya tenía una actividad pactada con otras personas?


    También hay que destacar la coherencia de los que se quejan de la falta de libertad, que se encontraron con el centroamericano, lejos de los flashes y las cámaras, podríamos asegurar que el encuentro fue casi a escondidas -¿tendrían miedo?-.
   Esto fue apenas un largo preámbulo de la reflexión que me ha disparado este episodio, sumado a dos sucesos que acontecieron este mes.
  El caribeño, también se reunió con Héctor Magnetto y con Jorge Fontevecchia.
  Ya sabemos que, Magnetto es el CEO de Clarín y Fontevecchia lo es de Perfil, aparte de ser el director. Estos dos lideres de multimedios argentinos, que denuncian censura y por tal razón se reunieron con el presidente de la SIP, este mes, si si, este mes; lanzaron dos nuevos diarios. Uno cada uno.
  Si usted no lo sabia, debe haber roto el escritorio con su mandíbula y si lo sabía y no lo había relacionado, también.
  Pero esto no es todo, digo con tono de vendedor ambulante. El nombre que eligió el grupo Clarín para su nueva publicación es: MUY. El nombre que eligió el grupo Perfil para nuevo diario es: LIBRE. Yo se que parece un chiste, pero no lo es.
   Asi que MUY y LIBRE, son los nombres elegidos por los denunciantes.
   Supongo que el receptor de las denuncias, les habrá preguntado: ¿Cómo incurrían en la contradicción, de fundar dos nuevos diarios, en un país donde no hay libertad de expresión?
   Si este planteo no se produjo, es porque no solo este sujeto no es un adalid de la libre expresión. Es además, un tipejo despreciable, que solo defiende los intereses económicos de sus colegas. Que tiene la deshonestidad intelectual y el tupé de ampararse y excusarse, en una supuesta falta de libertad de expresión inexistente, que es algo que en Latinoamérica catastróficamente, ocurrió.